Mesa redonda. Tendencias actuales del mercado editorial: productos y servicios

María del Carmen Negrete Gutiérrez

Participación
Shirley Ainsworth
José Herbert Ferrer
Alvaro Quijano Solís
Oscar Saavedra Fernández
José Antonio Yañez de la Peña

Presentación

El Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas (CUIB) se crea el 14 de diciembre de l981, por acuerdo del doctor Octavio Rivero Serrano, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. En el 2001, el Centro cumplió su XX Aniversario.

Para festejar esa fecha se organizó una serie de reuniones profesionales con el objeto de intercambiar experiencias sobre aspectos relacionados con la bibliotecología y ciencias afines.

Dentro de este marco de celebración el Centro organizó la Mesa Redonda "Tendencias actuales del mercado editorial: productos y servicios" tratando de propiciar un intercambio académico y profesional de conocimientos, experiencia e ideas sobre el desarrollo de colecciones, que nos permita reflexionar acerca de la función que tiene el bibliotecólogo y/o profesionales del campo frente al problema actual y futuro del desarrollo de colecciones y de la selección de cara a la globalización, la tecnología de la información y el comportamiento editorial e informativo actual.

El desarrollo de colecciones es un tema que podría considerarse como parte de la bibliotecología tradicional. De hecho, ha sido ésta una línea de trabajo desde que la semilla del ahora Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas germinaba en la Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Adolfo Rodríguez apuntaba en 1977, que la UNAM debería emprender el camino de la investigación bibliotecaria para normalizar y optimizar los servicios bibliotecarios de su sistema de bibliotecas, y diseminar sus experiencias y estudios en todo el país. Como muestra de las carencias dentro de la UNAM señalaba, entre otras, la falta de políticas de desarrollo de colecciones. Dentro de este proyecto de investigación se apuntan nueve líneas de investigación, de las cuales dos están íntimamente relacionadas con el desarrollo de colecciones, las cuales son:

  1. Estudio para incremento, mantenimiento y actualización de colecciones universitarias para que respondan a las necesidades de investigación y enseñanza de los usuarios específicos, lo que implica:
    1. Precisar objetivos de la facultad, centro e instituto para establecer el tipo de material que debe formar cada una de las colecciones.
    2. Estudio de las necesidades de los usuarios de acuerdo a los objetivos de la institución.
    3. Proyecto y actividades que se realizan al año para apoyarlos con el correspondiente material bibliográfico.
    4. Adquisición y descarte de material de forma racional, de cuerdo a normas que se establezcan después de los estudios anteriores.
  2. Investigaciones sobre necesidades de usuarios y uso de los diferentes tipos de material, lo que conlleva:
    1. Estudio de las necesidades del lector y de las colecciones bibliográficas.
    2. Difusión de los materiales.
    3. Diseminación de la información.(*)

El desarrollo de colecciones es un área eminentemente profesional de la biblioteca y esto le confiere particular importancia, toda vez que el conocimiento del área, si nos atenemos a lo señalado por Adolfo Rodríguez, es investigar sobre los actores y todo lo asociado con el desarrollo de colecciones universitarias. Cobra importancia en todo esto el papel que desempeñan los proveedores electrónicos, pues constituyen un nuevo impacto en el desarrollo de colecciones.

Para realizar la Mesa Redonda se invitó a profesionistas de la bibliotecología y a proveedores de recursos electrónicos. Los participantes fueron: María del Carmen Negrete Gutiérrez, investigadora del CUIB; álvaro Quijano Solís, director de la biblioteca de El Colegio de México; Shirley Ainsworth, referencista en la biblioteca del Instituto de Biotecnología de la UNAM; Oscar Saavedra Fernández, gerente general de EBSCO México; José Herbert Ferrer, gerente regional de e-Technologies Solutions, Corp., y José Antonio Yañez de la Peña, director de OCLC México. Fungió como relatora Concepción Barquet Téllez.

Para que el intercambio académico de conocimientos y experiencia fuera más enriquecedor se decidió invitar a profesionistas de diferentes bibliotecas que tuvieran injerencia directa en el proceso de desarrollo de colecciones, entre quienes se cuentan a Teresa Myscich, directora de la Biblioteca del Centro de Investigación y Docencia Económica; Antonieta Graf Graf, jefe de adquisiciones de la Biblioteca de la Universidad Iberoamericana; Margarita Lugo Hupb, subdirectora de servicios especializados de la Dirección General de Bibliotecas de la UNAM; María Elvia Vásquez Velásquez, jefe de la Biblioteca del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM; Catalina Jaime álvarez, directora de Bibliotecas del Instituto Tecnológico Autónomo de México; Daniel Mattes Durret, director de la Biblioteca de la Universidad Anáhuac; Raúl Novelo Peña, jefe de la Biblioteca del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas de la UNAM; Jesús Francisco García Pérez, coordinador de la Biblioteca del Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM; Fernando Velásquez Merlo, director de la Biblioteca y Apoyo Académico de la Universidad Pedagógica Nacional; Egbert Sánchez Vanderkast, responsable de instrucción bibliográfica en la Hemeroteca de Medicina en la UNAM; Alejandro Añorve Aguirre, subdirector de Servicios Bibliotecarios y Archivísticos en la Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía; César Augusto Ramírez Velásquez, coordinador del Colegio de Bibliotecología; Elías Cid Ramírez, subdirector de la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología del Instituto Politécnico Nacional y a Eduardo Ruvalcaba Burgos, responsable del desarrollo de colecciones en la Biblioteca del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas.

Finalmente habría que señalar que el objetivo de la Mesa Redonda se cubrió en su totalidad y la participación de la comunidad profesional enriqueció el evento.

María del Carmen Negrete Gutiérrez

Investigación: Tendencias actuales del mercado editorial: su impacto en el desarrollo de colecciones en la biblioteca universitaria mexicana

INTRODUCCIÓN

Una de las cinco áreas que cubre el Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas es la de Sistemas de Información, cuya finalidad general es estudiar las relaciones que se dan entre el flujo de información documental y los usuarios de la información. Para ello hay que considerar el comportamiento del entorno organizacional y social en que éstos operan y se desarrollan, a través del análisis y solucionar los problemas teórico-prácticos que el análisis descubra para entonces proponer alternativas sobre el diseño de sistemas, productos y servicios que respondan a las exigencias de los diferentes sectores sociales.

Dentro del área Sistemas de información, se ubica la línea de investigación "Tendencias actuales del mercado editorial: su impacto en el desarrollo de colecciones en la biblioteca universitaria mexicana", cuyos propósitos específicos son los siguientes:

  • Detectar las principales tendencias actuales del mercado de la información, incluyendo el reempacamiento de información, el traslape entre los productos que ofrecen los proveedores y los esquemas de licenciamiento, y las tendencias en la generación de libros y revistas electrónicos.
  • Establecer un marco de discusión frente a la aparente controversia de acceso contra la disponibilidad de información, y también entre la posesión individual contra la posesión compartida a través de consorcios.
  • Hacer una primera aproximación sobre los aspectos que se deben considerar para reformular o complementar los criterios de selección.

El estudio del proceso desarrollo de colecciones se ha hecho a través de la búsqueda y análisis de la literatura bibliotecológica nacional y extranjera. Como complemento de lo anterior se han realizado diferentes reuniones profesionales, las más recientes de las cuales son: el módulo sobre "Desarrollo de colecciones y diseño de servicios", que se propuso proporcionar elementos para el desarrollo de colecciones y el diseño de servicios en bibliotecas universitarias y especializadas conjuntando recursos impresos y electrónicos; y el "Primer seminario internacional sobre desarrollo de colecciones", cuya finalidad fue el intercambio académico de conocimientos, experiencia e ideas sobre el desarrollo de colecciones y sobre la selección de recursos en diferentes ámbitos. También se han llevado a cabo dos estudios de campo para conocer la situación que prevalece en algunas bibliotecas universitarias en cuanto a la práctica de la selección de recursos impresos y electrónicos, así como el papel que desempeñan los comités o comisiones de biblioteca en la selección.

El conocimiento adquirido en estas actividades académicas permitió la publicación de una monografía y de diversos artículos enfocados al desarrollo de colecciones y la selección de recursos.

El concepto desarrollo de colecciones

ANTECEDENTES

A mediados de los años 70, las bibliotecas norteamericanas impulsaron el concepto desarrollo de colecciones debido, principalmente, al crecimiento exponencial de información, a las restricciones económicas y de espacio, y a la inflación creciente de los últimos años, aspectos que empezaron a cambiar el panorama en que habían venido operando las bibliotecas académicas.

Tales bibliotecas reconocían que además de contar con excelentes políticas y criterios para la selección, se deberían estudiar otros factores que influyen en la práctica de selección, como son las cambiantes necesidades informativas de la comunidad, la evaluación y el mantenimiento de colecciones adecuadas y equilibradas, y el comportamiento del mercado editorial y del comercio del libro.

Estos aspectos fueron ampliamente estudiados y discutidos en el seno de la American Library Association a través de su Collection Development Committee, creado con la intención general de estudiar y apoyar las actividades relacionadas con el nuevo concepto de desarrollo de colecciones. En 1977 la American Library Association ALA, publica las Guidelines for the Formulation of Collection Development Policies. Futas Elizabeth señalaba en 1984, que era éste uno de los cambios notables surgidos entre las dos ediciones de su obra, porque donde una vez se habló de selección y adquisición de materiales, ahora se habla de desarrollo de colecciones.(1)

Todas esas aportaciones se reflejan principalmente en la literatura anglosajona, pero su contenido ha permeado la literatura bibliotecológica mexicana.

Es amplia la producción bibliográfica mexicana de bibliotecólogos y profesionales de la información sobre diversos aspectos relacionados con el desarrollo de colecciones, y por lo general su enfoque señala alguno de los factores que deben considerarse en este proceso, como la selección de materiales, que es sin duda uno de los componentes más importantes del proceso. Entre los primeros autores que abordan el concepto integral del desarrollo de colecciones están Orozco Tenorio (1979), Morales Campos (1985) y Negrete Gutiérrez (1988).(2)

EL DESARROLLO DE COLECCIONES

El desarrollo de colecciones es uno de los procesos más importantes que debe hoy realizar toda biblioteca, independientemente de su tipo y naturaleza. Lo que éste se propone es "formar y orientar una colección de materiales que se ajuste al objetivo de la institución de la que depende, y a las necesidades y demandas de información de su comunidad, manteniendo un adecuado balance cualitativo y cuantitativo entre las diferentes áreas de interés y entre los diversos tipos de materiales representados en distintos formatos".(3)

Pero desarrollar la colección en una biblioteca universitaria implica que los bibliotecólogos dediquen un esfuerzo importante a la planeación, sistematización y racionalización de todas las actividades y funciones de la biblioteca, buscando optimizar los recursos humanos, económicos y físicos con que cuenta para responder con eficacia y eficiencia a las necesidades y demandas informativas de su comunidad.

En los años 90, las bibliotecas universitarias mexicanas enfrentaron un panorama cambiante debido, principalmente, a dos aspectos. El primero de ellos se relaciona con los cambios que surgieron con las tecnologías de información y las telecomunicaciones, que tanto favorecieron la edición de documentos y nuevos modelos de acceso a la información, independientemente de donde se localice ésta. Así, vemos que algunas bibliotecas universitarias han puesto al alcance de más usuarios una mayor cantidad y variedad de información y conocimiento. El segundo aspecto tiene que ver con el especial interés que han puesto las instituciones de educación superior en la modernización del desarrollo académico universitario, lo que se refleja en la revisión profunda de sus modelos y procesos educativos en todos los niveles y en todas sus modalidades. Se dice que:

[...]la educación de nuestros días -y la del futuro- requiere incorporar en los procesos formativos los conocimientos, las competencias y las herramientas que permitan a los egresados responder, de manera creativa y con capacidad prospectiva a los retos profesionales, académicos y sociales.(4)

Sin duda, los cambios a los que se enfrenta la biblioteca universitaria en la educación y en la investigación hacen más relevante el papel que juega la primera en esos ámbitos, por ser el sistema de información que apoya el trabajo educativo, de estudio, de investigación y de información.

Las complejidades que impone la información misma y los nuevos medios de acceso y disponibilidad de información están cambiando nuestra forma de aprender, de comunicarnos y de investigar. Ante estos cambios el desarrollo de colecciones debe garantizar el acceso y la disponibilidad de recursos en muy diversos formatos.

Debemos estar atentos a todas las funciones que realiza y los servicios que ofrece la biblioteca para poder responder las interrogantes siguientes: ¿Qué información necesitan y demandan los usuarios? ¿Cómo y dónde usan esa información? ¿Con qué partidas presupuestales se cuenta? ¿Qué convenios o alianzas cooperativas se tienen establecidas con otras bibliotecas o instituciones y de qué tipo? ¿Cuál es el estado actual que guardan nuestras colecciones en cuanto a sus fortalezas y debilidades en todas la áreas de interés? ¿Se requieren servicios más especializados? ¿Contamos con el personal suficiente y capacitado? ¿Contamos con la infraestructura tecnológica suficiente?.

Para responder a las interrogantes señaladas, el bibliotecólogo debe mantenerse actualizado sobre los cambios suscitados en las necesidades informativas de sus usuarios y sobre la información que se está generando, lo cual requiere un amplio conocimiento del mercado editorial e informativo. Esto le permitiría relacionar esas necesidades con las nuevas publicaciones y continuar con o rediseñar los servicios que se ofrecen.

En el desarrollo de colecciones es necesario considerar la interacción de los siguientes factores:

  1. El crecimiento exponencial de publicaciones potencialmente útiles en una amplia variedad de formatos y a través de diferentes formas de acceso.
  2. Los limitados presupuestos y la baja capacidad adquisitiva debida al crecimiento de las publicaciones y a la variedad de costos para su adquisición.
  3. La limitación física de los espacios que ocupan las bibliotecas y la baja probabilidad de encontrar financiamiento para su ampliación.
  4. La versatilidad del desarrollo tecnológico que afecta los costos de la información, la diversidad de formatos en que ésta se presenta y la infraestructura adecuada que se requiere para consultar esa información en las bibliotecas.
  5. La necesidad expresada y la no expresada de la comunidad a la que la biblioteca atiende, demanda de bibliotecólogos cuya labor sea más proactiva para identificar las necesidades.

El equilibrio entre estos factores que inciden en el desarrollo de las bibliotecas, converge en el desarrollo de colecciones y por eso debe mantenerse una permanente conciencia de su importancia. El acercamiento inevitable y permanente del usuario a las fuentes primarias de información, a través de Internet, es una realidad que no debe soslayarse. Si bien todavía la biblioteca es la fuente más sólida y consistente para proporcionarle información al estudiante universitario, a sus profesores y a sus investigadores, ya no es la única. Este hecho tiene un impacto decisivo en el desarrollo de colecciones, en la selección de recursos y en la provisión de servicios para la satisfacción de necesidades.

Actualmente tanto los responsables de coordinar el desarrollo de colecciones como los de seleccionar recursos, requieren de amplios conocimientos y experiencia para decidir qué recursos impresos se deben adquirir, cuáles se pueden compartir y cuáles se podrán consultar electrónicamente.

Ciertamente adquirir la información o posibilitar su acceso, es una decisión que tiene que responder cuidadosamente a una planeación estructurada que cuando menos debe hacerse los siguientes cuestionamientos:

  • ¿Qué funciones principales de la institución debe apoyar la biblioteca?
  • ¿Qué características y nivel de necesidades tiene la comunidad?
  • ¿Qué tipo de información debe proporcionar la biblioteca?
  • ¿Cuál es el estado actual que guarda la colección respecto de las áreas o temas de interés para los usuarios?
  • ¿Qué servicios de información hay que adecuar o implantar en la biblioteca?
  • ¿Se tiene el apoyo académico y económico institucional?
  • ¿Cómo se debe distribuir el presupuesto para apoyar estos servicios?
  • ¿Se cuenta con el personal profesional capaz de proporcionar todo tipo de servicios?
  • ¿Quién absorberá el costo por la obtención de documentos electrónicos?

Adicionalmente habría que atender lo apuntado por Evans en sus seis postulados; que el desarrollo de colecciones debe:

  1. Enfocarse principalmente a identificar las necesidades de la comunidad más que basarse en estándares abstractos de calidad.
  2. Ser efectivo para responder al total de necesidades de la comunidad y no sólo a las necesidades actuales que presentan usuarios específicos.
  3. Considerar la información en todos los tipos de formatos para incluirlos en la colección.
  4. Llevarse a cabo conociendo y participando en programas cooperativos a nivel local, regional, nacional e internacional.
  5. Tomar en cuenta que el desarrollo de colecciones ha sido, es y siempre será una actividad subjetiva y por consiguiente prejuiciada y sujeta a errores.
  6. Considerar que no es un proceso que se aprenda completamente en el salón de clases o a través de lecturas. Solamente con la práctica y el error una persona se hace eficiente en el proceso de construir colecciones.(5)

Lo señalado por el autor enlaza con una visión real tanto a la comunidad como a la biblioteca y al personal de selección. Sin embargo es necesario incluir la necesidad de mantener un conocimiento permanente de los cambios que sufre el mercado editorial e informativo y el comercio del libro, dado que existe una competencia cada vez mayor entre las compañías editoras, lo que se observa en los nuevos servicios que se ofrecen, en las diversas formas de acceso a las publicaciones, en los medios electrónicos a través de los cuales se dispone de información o del documento, en las diversas formas de pago, etcétera.

La literatura especializada sobre el tema reconoce que hay demasiada información y que no toda es calificada o evaluada, dado que no necesariamente ha pasado por un comité editorial, aspecto que se debe considerar en las bibliotecas en tanto que el usuario requiere información confiable. También se cuestiona el hecho de que la adquisición de un libro o la suscripción a un título de revista en formato impreso aseguren que estamos comprando el derecho a tener acceso a esa información en el momento que se requiera. Ahora con las suscripciones electrónicas debe negociarse este derecho: ¿qué va a quedar en la biblioteca para los futuros estudiantes, académicos e investigadores cuando no esté vigente la suscripción?

El acceso a la información es un reto para el futuro de la biblioteca. Por un lado está la tendencia a formar una colección basada en el concepto de propiedad, por el otro, el acceso vs la disponibilidad de información vía los medios electrónicos, que obligan a contar con una buena plataforma de equipo y una adecuada velocidad en la conectividad de la red interna y de sus salidas al exterior si se quiere asegurar la consulta expedita de los medios electrónicos.(6)

El bibliotecólogo debe ahora estar monitoreando el costo/beneficio y el costo/efectividad del acceso a las publicaciones electrónicas, lo que le permitirá decidir sobre los materiales básicos que debe tener la biblioteca y sobre los recursos electrónicos a los que tendrá acceso; todo con la finalidad de proporcionarle un mejor servicio a los usuarios.

El desarrollo de colecciones debe mantener una distancia razonable en todo esto para no desvirtuarse con la creciente oferta comercial. Sin duda las bibliotecas universitarias deben plantearse algunas interrogantes: ¿Cómo vamos a enfrentar este nuevo mercado editorial e informativo? ¿Cuáles deben ser los aspectos que deben evaluarse de los recursos? y ¿Cómo establecer un equilibrio entre recursos impresos y electrónico/digitales?.

El Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas, consciente de la problemática a la que se enfrentan las bibliotecas universitarias incluye entre sus preocupaciones la línea de investigación "Tendencias actuales del mercado editorial: su impacto en el desarrollo de colecciones en la biblioteca universitaria mexicana", cuyo objetivo general es analizar las tendencias del mercado editorial y delinear su impacto en la selección y en el desarrollo de colecciones para las bibliotecas universitarias mexicanas.

En el marco de la línea de investigación señalada y como parte inicial de ésta, se organizó la Mesa Redonda "Tendencias actuales del mercado editorial: productos y servicios", como una de las primeras actividades académicas que se realizan.

Tendencias actuales del mercado editorial: productos y servicios Documento base

Todos sabemos que el desarrollo de colecciones en las bibliotecas universitarias es el proceso que permite satisfacer las necesidades y demandas de información de la comunidad mediante la formación de colecciones básicas y fortalecidas, tanto en alcance como en profundidad. Tales colecciones deben apoyar las actividades de docencia, investigación, difusión y extensión de la cultura y la ciencia en todas las áreas y temas de interés, y hoy tienen que complementarse con el acceso y/o disponibilidad de aquellos recursos que se localizan fuera de la biblioteca.

El concepto desarrollo de colecciones enfatiza no sólo la responsabilidad que tiene la biblioteca de utilizar un juicio crítico al construir colecciones de calidad, sino también la necesidad de llevar a cabo una adecuada administración y manejo de la calidad, cantidad y equilibrio temático de las colecciones que ingresan a la biblioteca.

Por eso el desarrollo de la colección en la biblioteca universitaria es una de las actividades que han requerido más atención por parte de los bibliotecólogos, quienes siempre le han dedicado un esfuerzo importante a la planeación, sistematización y racionalización de las actividades que requiere la construcción de una colección idónea, pues de ello dependerá el óptimo aprovechamiento de los recursos humanos, económicos y físicos con que cuenta la biblioteca para responder eficazmente a las necesidades informativas de sus usuarios.

No es reciente que las bibliotecas universitarias hayan debido enfrentar el crecimiento de la oferta de la información. De hecho, todos hemos oído hablar ya hace muchos años del fenómeno de "explosión de la información". Aunado a ese fenómeno siempre creciente, se han sumado ahora costos que en ocasiones contrastan con los cada vez más limitados recursos presupuestales con los que contamos para realizar nuestras adquisiciones.

También observamos que quienes se dedican a crear, producir o editar información, disponen ahora de mayor capacidad para diversificar sus productos e intervenir en diversos mercados, entre los que se encuentran las bibliotecas universitarias.

La variable tecnológica ha ido modificando los modos tradicionales de elaborar y usar los recursos impresos y acarreado otros, absolutamente nuevos, que han acabado por determinar una realidad totalmente diferente. Esto sucede sin duda gracias a las telecomunicaciones, que han provisto las infraestructuras de transporte y acceso a la información para que los usuarios puedan transmitir, consultar e intercambiar sus recursos informativos. De esta manera la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones ha terminado por marcar una nueva época en el mercado de la información.

Los nuevos conceptos y productos generados a partir del desarrollo tecnológico, particularmente en relación con la comunicación, el conocimiento y la inteligencia, han cobrado gran importancia en la vida actual en todos los sectores, en especial en las actividades que realizan las bibliotecas universitarias para ofrecer nuevos servicios.

En contraste, las complejidades que impone la propia información obligan a los responsables del desarrollo de colecciones y de la selección, a enfrentarse a un mercado más complejo, tanto nacional como mundial. Esto implica cuestionarse sobre algunos aspectos relacionados con los diferentes recursos o productos informativos, como los siguientes: ¿Cuáles son sus parámetros de normalización y control? ¿Cuál es el sistema de arbitraje para incluir información? ¿Cómo se garantiza la autenticidad? ¿Cómo se preserva y mantiene el conocimiento generado por el hombre? ¿Qué pasa con los derechos de autor? ¿Cómo se mantiene la actualización? ¿Apoyan estos recursos la enseñanza-aprendizaje? ¿Realmente hay un paradigma nuevo en cada recurso o producto informativo?.

Nos interesa, sobre todo, analizar las tendencias que la industria de la información prevé a mediano plazo, partiendo del supuesto de que a las expectativas de los usuarios debería corresponderse con una mayor precisión y rapidez en la localización de productos que sean relevantes para los procesos de enseñanza-aprendizaje e investigación, en un momento que parece propicio para detectar información más allá de la mera referencia bibliográfica o de los textos completos.

Parecería lógico esperar que los proveedores fuesen capaces de hacer una auténtica minería de datos y detectar piezas específicas de información contenidas dentro de textos más extensos.

Así, podría ser interesante saber si en el futuro habrá posibilidades reales de convertir las bases de datos de texto completo en bases de conocimiento para apoyar el trabajo que toma lugar en aulas y laboratorios. Se trataría de analizar si los proveedores de información podrían acercarse todavía más al usuario final, y ofrecerle un mayor desglose de contenidos que los que actualmente le proponen los artículos de revistas y los libros electrónicos.

En este contexto, el objetivo de la mesa redonda es presentar un panorama de las tendencias sobre la comercialización de productos y servicios orientados al desarrollo de colecciones electrónico/digitales en las bibliotecas universitarias, con énfasis en las tendencias que son visibles a mediano plazo.

La intención final es propiciar un intercambio académico de conocimientos, experiencias e ideas sobre el desarrollo de colecciones, que nos permita reflexionar sobre la función que tiene el profesional frente al problema actual, y sobre el futuro del desarrollo de colecciones y la selección de recursos de cara a la globalización, a la tecnología de la información y al comportamiento editorial e informativo.

Conclusiones

La discusión de los participantes giró en torno al documento base y se centró en la reflexión sobre las tendencias del mercado editorial. A continuación se presentan las ideas emanadas de los participantes enriquecidas con las opiniones de los asistentes. Las conclusiones o recomendaciones fueron agrupadas bajo los principales temas abordados.

¿QUÉ PAPEL JUEGAN LOS MONOPOLIOS?

Uno de los problemas importantes que enfrentan las bibliotecas universitarias y especializadas es el monopolio de la producción de información, como en el caso de Springer-Verlag y John Wiley, quienes quieren el control y hacen que las revistas electrónicas no tengan un fuerte impacto.

En las publicaciones científicas es donde se concentra la innovación. Sin embargo existen diferencias en la comunicación académica, dependiendo del área.

Las áreas de física, matemáticas y astronomía han desarrollado históricamente patrones específicos de comunicación científica. Comparten información incluso a un nivel de prepublicación por ejemplo, los preprints de Ar Xiv, y no tienen miedo de que se los plagien, ya que una vez depositados en Ar Xiv equivale a tener la fecha de prior art de las patentes. La publicación en revistas impresas es sólo un registro para el futuro, una forma de archivar el conocimiento.

En contraste, en el área de biomedicina las publicaciones han sido dominadas últimamente por empresas monopólicas de la información como la Elsevier, que hacen de la comunicación un mero producto o mercancía, y de esta manera controlan el flujo de información y restringen el uso al no permitir que las publicaciones adquieran su máximo impacto.

Lo anterior es un problema porque en el área de biomedicina es vital el acceso electrónico, dado que todos los colegas necesitan tener la información al mismo tiempo en todas partes. En esta área, una revista sin acceso electrónico no sobrevivirá.

Los índices de impacto también influyen en el ciclo de publicación. Como en el mundo electrónico se empieza a cuestionar el impacto, hay que diseñar otras maneras de cuantificarlo para no depender solamente del Institute for Scientific Information (ISI).

Se concluyó que lo recomendable es que las bibliotecas se muevan de las decisiones autónomas a las de consenso para desarrollar consorcios colectivamente, pues se requiere sumar voluntades, esfuerzos y formalizar los acuerdos si consideramos que los costos siguen al alza. Negociar en conjunto a través del consorcio permitirá economizar los recursos disponibles.

¿QUÉ PUEDE DECIRSE DE LAS INTERFACES?

Es necesario que las interfaces que se usan para vincular internet a las bases de datos se puedan ligar con varios sistemas para detectar integralmente información pertinente y no sólo utilizar la información que ofrecen en paquetes los proveedores.

Se recomienda no perder de vista que crear un paquete lo suficientemente universal para acceder a una gran cantidad de información, es algo que no sustituye al desarrollo de colecciones, sólo lo complementa.

Dado que la posesión y acceso es difícil debe atenderse la tecnología cliente-servidor, de esta manera se permitirán los enlaces inteligentes.

Las tendencias apuntan al predominio de la agregación de bases de datos existentes; la integración para crear servicios y portales a revistas electrónicas; y las listas para hacer enlaces inteligentes a bases y revistas.

Sin embargo no se puede dejar de lado el papel que desempeñan los agregadotes, puesto que tampoco permiten la selección, a veces incluyen material de texto completo y otras no, y en otras ocasiones quitan títulos completos porque cambian de contrato con editoriales. Otro problema es que también manejan contratos en exclusividad.

Se concluyó que para la biblioteca, lo esencial en este momento es:

  • Poder utilizar la información de distintas formas.
  • Construir nuestras propias interfaces, adecuadas a nuestros usuarios.
  • Acceder a la información basándonos en protocolos y formatos estándares.
  • Construir ligas entre diferentes tipos de información, utilizando URL’S abiertas, SFX y Z39.50, un poco siguiendo la tendencia que marca el World CAT de OCLC.

¿CÓMO SE PUEDE MANTENER EL EQUILIBRIO TEMÁTICO?

Existen grandes consorcios como Elsevier y Academic Press, que imponen sus condiciones. Por ejemplo, fuerzan a los compradores de las bibliotecas a adquirir todo en paquete, lo que impide seleccionar lo que se quiere, y obliga a mantener el paquete completo por tres años sin aceptar cancelaciones. Esto ha producido en algunos casos la cancelación de las suscripciones impresas.

Otro problema es el acceso, como en el caso de EBSCO Host, que tampoco permite seleccionar, pues el sistema toma sus propias decisiones. Esto impide el desarrollo de colecciones.

Estos problemas llevaron a reflexionar sobre la necesidad de combinar varios factores, entre los que destacan:

  • Optimizar los recursos
  • Monitorear las áreas deficientes de la colección
  • Identificar cómo se están formando los profesionales
  • Contar con métodos más precisos para evaluar los diferentes recursos, y
  • Normalizar los registros

¿DÓNDE QUEDA LA PRESERVACIÓN DEL CONOCIMIENTO GENERADO POR EL HOMBRE?

Las publicaciones impresas proporcionan un grado de permanencia que es crítico para algunas bibliotecas universitarias por razones de espacio. Sin embargo si este problema no se maneja adecuadamente, la información electrónica puede ser altamente volátil.

Es crítico para las bibliotecas y los usuarios que los accesos a los archivos permanentes de información estén disponibles solamente en forma electrónica.

Uno de los problemas que enfrentan las bibliotecas universitarias en relación con la preservación, es que cuando hay cambio de editoriales se dan casos en los que parte del conocimiento humano se pierde.

Otra dificultad en cuanto a la preservación es que en un primer momento ésta no tiene ningún interés para los usuarios, principalmente en ciencias, y sólo reaccionarán cuando se den cuenta del problema que conlleva la pérdida de acceso.

Se concluye que por lo pronto sólo el bibliotecólogo es quien se preocupa por la preservación y mantenimiento del conocimiento generado por el hombre. Así pues, las bibliotecas no pueden confiarse solamente a proveedores externos como fuente de archivo. Los bibliotecarios deben estar atentos a que los acuerdos para procurarse información electrónica, incluyan cláusulas que permitan comprar y no solamente rentarse o proporcionar acceso temporal.

¿QUÉ PASA CON LOS DERECHOS DE AUTOR?

Todos los participantes coincidieron en que el tema es controversial e incluye el inquietante debate entre el derecho a la información, los derechos de autor y el uso fácil o el uso justo.

Se reconoce que bajo la forma impresa la propiedad intelectual estaba controlada y normada por la ley; ahora con los medios electrónico/digitales, los derechos están amenazados por la existencia de redes y esto representa un problema legal y económico.

Aunque no existe evidencia de que el uso fácil o justo les cause daño material o de otro tipo a los proveedores, muchos de ellos están buscando suspender el principio bien establecido de uso fácil.

La tendencia sobre los derechos de autor depende en buena medida de los proveedores de cultura, quienes deben enseñar no sólo a bajar la información sino también cómo protegerla.

Se concluyó que el bibliotecólogo debe promover tanto el respeto a los derechos de propiedad intelectual como el respeto a los derechos de los usuarios. También se dijo que el concepto de uso fácil debe continuar siendo relevante y debe ser mantenido en el ambiente electrónico, principalmente en las instituciones educativas. Se resaltó que es necesario un cambio cultural para erradicar la violencia a la información y el tráfico ilegal. Se reconoció que la interpretación de los derechos de autor queda librada a la civilidad de cada país.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS PROVEEDORES?

Se sostuvo el hecho de que en todos los casos se requerirá un productor, un intermediario y un receptor o consumidor de los productos de información, y que por tanto el papel que juegan los proveedores o intermediarios será siempre importante.

Un problema que enfrentan las bibliotecas con los proveedores comerciales es que éstos quieren controlar todo el mercado y ejercer controles para que no circule libremente la información.

Aunado a lo anterior, las bibliotecas han detectado algunos otros problemas: la calidad y la cobertura de la información varía demasiado dentro de un mismo proveedor, existe falta de calidad en los servicios, no se cuida el tiempo de respuesta y no se ofrecen reportes sobre los accesos.

Los actuales enfoques de precio que tienen los proveedores de información pueden en algunos casos ser deseables siempre y cuando las bibliotecas cuenten con una estrategia para hacer sus compras futuras; sin embargo los recursos fiscales disminuidos rápidamente de las bibliotecas académicas, las hará incapaces de absorver las tácticas de precios de la información electrónica que actualmente están tratando de implantar los proveedores.

Se concluyó que ante estas preocupaciones, que no son recientes, los proveedores deben enfocarse a mejorar el contenido y servicios, así como a buscar acercamientos con el usuario final.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS BIBLIOTECÓLOGOS?

Se reconoce que las bibliotecas universitarias y los bibliotecólogos tienen que seguir jugando un papel importante para desarrollar colecciones a partir de la exhaustividad bibliográfica y de los mecanismos para optimizar los recursos que existen.

Ahora, sin embargo, el bibliotecólogo tiene que pensar y planear creativamente para obtener mejores presupuestos y saber cómo optimizarlos. Es decir, no sólo debe comprar lo más barato sino también buenas oportunidades de acceso, o comprar lo mejor.

Otra preocupación manifiesta es el hecho de que en la mayoría de las bibliotecas universitarias no existen parámetros, políticas ni criterios comunes que nos digan o nos guíen, al pie de la letra, sobre cómo seleccionar recursos.

Lo anterior hace que el bibliotecólogo se esté convirtiendo en mero consumidor o comprador de paquetes que no conoce ni analiza, por lo que no tomará las decisiones adecuadas sobre lo que le ofrecen los proveedores.

Es urgente llevar a cabo estudios sobre usuarios para conocer el posible impacto que causa en ellos el uso de recursos electrónicos y la relación costo-beneficio y costo-efectividad.

Se recomienda que los bibliotecólogos busquen la pertinencia y efectividad de la información y de este modo desarrollen colecciones adecuadas, para lo cual es necesario buscar nuevas vías y construir nuestros propios perfiles, dado que en la actualidad estamos amarrados por condiciones económicas y contratos restrictivos.

Puesto que las editoriales no dicen actualmente cómo llevan a cabo el control de calidad, el problema se ha convertido en una preocupación para las bibliotecas universitarias. Por esta razón instituciones como la UNAM han conformado comités que en una primera fase están trabajando sobre criterios que permitan evaluar publicaciones electrónicas en cuanto a calidad, precio y contenido.

CONSIDERACIÓN FINAL

Es claro que el grado de adopción de recursos electrónicos es distinto para cada área del conocimiento, aunque habría que reconocer que están menos disponibles las publicaciones electrónicas en ciencias sociales y humanidades, donde prevalece el libro como forma de comunicación, contrariamente a lo que sucede en el área de ciencias donde la adopción de revistas de texto completo ha sido muy rápida.

Sin duda el uso de revistas tiene variaciones tanto en distintos campos como en distintos laboratorios. Una influencia indudable relacionada con esto es el nivel de los usuarios.

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  1. Adolfo Rodríguez Gallardo. "La investigación Bibliotecológica". p- 36-37
  2. Elizabeth Futas. Library acquisition policies and procedures. p. 11
  3. Las referencias se incluyen en la bibliografía.
  4. María del Carmen Negrete Gutiérrez. Propuesta metodológica: el diagnóstico en la planeación del desarrollo de colecciones en la biblioteca universitaria. p.17
  5. Universidad Nacional Autónoma de México. Plan de Desarrollo 1997-2000. p.48
  6. G. Edward Evans. Developing library and information center collections. p. 24-25
  7. Shirley Ainsworth. "Necesidades y posibilidades: la construcción de una biblioteca electrónica". p.77

OBRAS CONSULTADAS

Ainsworth, Shirley. "Necesidades y posibilidades: la construcción de una biblioteca electrónica". En Primer seminario internacional sobre desarrollo de colecciones. México: UNAM, CUIB, 1998. p.70-80

Evans, G. Edward. Developing library and information center collections. 4a. ed. (Library Science Text). Englewood, Col.: Libraries Unlimited, 2000. 595p.

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